¡Buenas! Pues aquí os escribo una histo de un solo capi que escribí hará un año o así y que me encantó cómo me quedó. Me gustaría conocer vuestra opinión (sea mala o buena)
Gracias por adelantado ^^
En la penumbra de la noche Alan escuchó un grito. "¿Elizabeth?", gritó esperando respuesta, pero no fue así. De nuevo un grito. Ahora lo tenía claro, era su voz, pero, ¿de dónde provenía? El lugar era tenebroso, solo la luna permitía reconocer aquel recóndito lugar, pero apenas se veía más allá de dos metros. Otro grito, ¡Dios! ¿Dónde estaba? ¿Qué camino tomar? Tenía cuatro vías, norte, sur, este y oeste. No podía venir del este porque de ahí venía él, y no había encontrado nada, o al menos él no había percibido nada... Justo cuando se decidió a tomar un camino recibió un golpe en la cabeza que le dejó inconsciente. Alan se despertó al alba, le dolía la cabeza y se sentía mareado, pero eso no le impidió ver los rastros de sangre que encontró en el camino que llevaba al oeste. Alan, sin pensarlo dos veces, siguió el rastro. Cuando llegó donde acababa el rastro vio que su peor pesadilla se había cumplido...
"¿¡Elizabeth!?". Ya era demasiado tarde, el cuerpo sin vida de Elizabeth yacía en el suelo, rodeado por un charco de sangre. Sus ojos verdes estaban abiertos, mirando la nada. Su kilométrico pelo negro estaba cubierto de sangre. Su piel blanca manchada de tierra, y el vestido negro que se había puesto la noche anterior estaba roto. Sus brazos y piernas estaban extendidos. Alan se arrodilló al lado del cadáver, y en un último intento frustrado por devolverle a la vida le dio un beso. Sus labios carnosos de color rojo estaban fríos, al igual que todo su cuerpo. Salió de aquel bosque y fue a buscar ayuda, ya no quedaba nadie en el instituto. Fue a una cabina y llamó a la policía. Cuando le interrogaron no pudo decir nada más que la mujer muerta era su pareja en el baile del instituto, que salieron a tomar el aire y que para cuando se quiso dar cuenta había ocurrido todo.
Lo único que descubrieron era que Elizabeth se había cortado las venas, es decir se había suicidado, su vida había acabado con la ayuda de una cuchilla. Alan trató de creerse lo que le había contado la policía, pero, ¿y el golpe que él había recibido en la cabeza? ¿Y los gritos?
Pasaron los años y Alan creció, conocería a otra persona que le ayudaría a recuperar los pedazos de su corazón y que le haría muy feliz. Pero aun pasados once años, Alan sigue teniendo en su cabeza la imagen de Elizabeth muerta, e instantes antes pidiendo auxilio. Recordando siempre la misma pregunta que nunca le sería respondida: ¿Por qué si querías morir pedías auxilio? ¿Por qué aquella noche?
Besos