Lo extraño de mi alrededor

Buenas! Pues soy nueva en este foro y este es el primer fic que escribo, espero que os guste ^^




LO EXTRAÑO DE MI ALREDEDOR

Diez años después y aún sigo sin olvidar ni la mínima parte de lo que ocurrió... ¿Por qué la cruel memoria se empeña en hacerme esto? ¿No tiene suficiente con lo demás? No, tiene que añadirle más dolor a esto a lo que coloquialmente se le llama vida. Y aun y olvidándolo no haría nada. No volvería, ni volvería a sentir lo mismo que entonces. Y aunque lo olvidara la gente de mi alrededor me lo seguiría recordando, por joderme o por puro sentimiento... yo qué sé. La muerte de mi madre impactó mucho al pueblo. Era la profesora del preescolar que todo el mundo quería mucho, la madre y esposa perfecta, y una mujer maravillosa. Pero impactó mucho más la forma de la que murió. A mí nadie me creyó porque siempre tuve mucha imaginación, debía estar muy asustada y además, era muy pequeña. Pero yo estoy segura de lo que vi. A raiz de eso, mi padre decidió cuando cumplí doce años meterme en un internado, porque me estaba volviendo muy rebelde y él se sentía incapaz de controlarme. Las cicunstancias en las que murió mi madre son muy extrañas, bueno, fueron. Recuerdo que íbamos de camino a casa después de mis clases de ballet. Era invierno y la carretera estaba helada, además de que era de noche. Hablabamos, yo desde el asiento trasero y de repente, algo salió de la nada y la luna delantera se rompió. A mi madre se le clavaron varios cristales en la cara y manos y empezó a sangrar. Yo gritaba. Mi madre salió del coche ordenándome que no saliera a toda costa y me dio su móvil para que llamara a la policía. Obedecí. Mientras llamaba escuché gritos desgarradores de mi madre. Vi una sombra dos veces más grande que mi madre pero no me atreví a salir. La extraña criatura se dio cuenta de que alguien observaba y se acercó a la ventanilla trasera junto a la cual estaba yo. Afortunadamente para mí, las luces y el ruido de la ambulancia y la policía lo asustaron y se fue, para mi madre ya era demasiado tarde. Nadie me creyó. Fue muy duro para todos, yo tuve pesadillas durante tres años, hasta que casi me hice creer a mí misma que me lo había imaginado. Mi padre cogió la baja durante dos meses, pero volvió al trabajo para no pensar en nada. Mis abuelos me llamaban todos los días para saber qué tal estaba, ahora solo llaman los sábados. Dentro de dos semanas comenzaban las clases y dentro de una me iba. Afortunadamente mi padre se volvió a casar, por eso iba al internado tan elitista al que iba, el director era su cuñado. Mis maletas ya estaban hechas, me había despedido de quien tenía que hacerlo. Al dia siguiente mi padre y yo nos iríamos a la costa a pasar la semana que nos quedaba de vacaciones una semana sólo para papá y Angelica. Yo, vamos. Ese año me llevaría conmigo a Mimi, mi periquito, al fin pude convencer a mi tio Ernie de que me dejara tenerlo en el colegio, era lo que más y mejor compañía me hacía desde que la abuela me lo regalara.



P.D.: Si comentais, la sigo, sino, la dejaré.


Bss

Continúala pliss!

A mi me ha gustado, esta guai narrada y se lee fácil!

Besos!

sigue escribiéndolo está bien, además si sigues la historia puedes hacer con los personajes lo que más te guste!!!

animate!!

Buenas! Siento mucho el retraso, pero es que tenía unos cuantos virus en el ordenador y se estaba arreglando :s Suerte que más o menos me acordaba de cómo seguía y he podido continuarla ^^ Muchas gracias por los comentarios y no dejeis de comentar n.n
Aquí teneis el segundo cacho.


Ya era un poco tarde, pero quise salir a dar una vuelta por el pueblo, para “despedirme” de él. Se notaba que estábamos a finales de agosto. Una ráfaga de viento me abrió los pulmones y me obligó a abrocharme la chaqueta. Caminaba por la acera, podía ver la puesta de sol, mi momento del día preferido. Ya no quedaba nadie en la calle, salvo tres niños de unos diez años que habían pasado muy deprisa por mi lado con sus bicicletas. Aquella sensación de despedida me creó una melancolía increíble. En esa misma calle había paseado muchas veces, años atrás, mi madre me había contado historias de princesas y dragones, con príncipes azules. Se me saltaron las lágrimas sin remedio. Sin darme cuenta llegué al parque de las afueras del pueblo. Estaba desierto. Me senté en un banco para pensar. Solo se escuchaba el agua que corría por el arrollo a un par de metros de mí y el susurro del viento chocar contra las hojas de los árboles. Qué momento de paz y serenidad.
-Bonita tarde, ¿verdad?
-Pero ¿qué…?
-No te asustes Angelica.
-¿Cómo sabes…?
-¿No me recuerdas?
-Pues la verdad es que no.
-¡Soy Chad! ¡Chad! Ya veo que no me reconoces. Me pintabas el pelo de verde con las témperas en el colegio.
-¿Chad? ¿Chaddy? Pero cómo has cambiado.
Y sí, había cambiado. Ahora era más alto que yo (bastante), su pelo antes corto al uno ahora era una melena que le llegaba por los hombros, a capas. Las facciones de la cara estaban muy marcadas, y ahora, en vez de gafas, debía de llevar lentillas.
-Tú tampoco te has quedado muy atrás, ya no llevas coletitas ni falda.
-La falda la dejo para el colegio. ¿Pero qué haces aquí? Creí que te habías mudado.
-Y lo hice, pero he venido a visitar a mis abuelos, cada vez que vengo no te veo. Ha sido casualidad hacerlo hoy.
-Es que estoy en un internado, “Praxton New College”. Por eso será.
-¿Estás en Praxton?
-Sí, ¿por?
-Yo empiezo allí este año. Mis padres se empeñaron en que tuviera una de las mejores educaciones del país, así que me han matriculado en ese colegio. Genial, porque no conozco a nadie de allí.
-No creas que yo sí ¿eh? Un par de amigos y poco más, soy un poco antisociable.
-No será por andar pintándoles el pelo con témperas, jajaja.
-No lo creo.
Tuve que marcharme a casa un poco después porque me sonó el móvil. Era mi querido padre que quería que fuese a cenar. Me dio pena tener que despedirme de Chad, pero al menos volvería a verle en el colegio. La semana de vacaciones se pasó volando, y me dio mucha pena tener que despedirme de mi padre. El día de la presentación fue horrible. El mismo discurso de todos los años, los mismos snobs (o incluso más) y ni siquiera ví ni a Chad, o a Samantha, mi mejor amiga de la que no sabía nada desde hacía semanas. Aquel curso me habían cambiado de habitación, mis compañeras eran bastante diferentes; una era rubia, cuerpo de infarto y ojos azules, no tardé mucho en averiguar que era de la alta sociedad; la otra en cambio, era bajita, pelirroja y de ojos marrones, becaria.
-Hola, yo soy Cassidy, encantada –la snob, apestaba a Channel número 5 y tenía un acento muy marcado.
-Yo soy Angelica, mucho gusto –dije tratando de guardar la poca amabilidad que mantendría con ella.
-Yo soy Anne.
Anne y Cassidy empezaron a pelearse por las camas, a mí, como no me importaba cual tener, me fui a dar un paseo por los alrededores, por ver si divisaba a Sam. Ni rastro de ella. Tal vez había perdido el tren, pero eso era muy extraño en ella. Quise llamarla al móvil, pero lo tenía apagado. ¿Dónde demonios estaba?





besos

Buenas! Pos nada, que como hoy me aburria pos me he puesto a escribir otro cacho, aunque me ha quedado muy rancio :s
Gracias por comentar ^^


-¿Buscas a alguien?
-¡Ah! ¡Chad! ¿No sabes decir hola ni acercarte como alguien normal, tienes que ser tan silencioso?
-Perdón, hola. ¿Buscas a alguien?
-Pues sí, pero no creo que la conozcas.
-Descripción física, y si la veo, le digo que la estás buscando.
-Vale. Pues a ver… la última vez que la ví tenía mechas azules, el pelo negro largo y liso, piel muy blanca, casi siempre maquillada como si fuese una muerta y lleva pulseras y collares de pinchos.
-Oído cocina. ¿Qué tal el primer día?
-Me han juntado con una becaria y una pija, imagínate el resto.
-Jajaja, pobre. A mí con dos pijos, no sé qué es peor.
Comenzamos a caminar por los alrededores del colegio, fue muy agradable dar un paseo con él. Hacía tanto que no le veía que apenas lo recordaba. Nos pusimos al día sobre nuestras vidas, no estaba en ese colegio sólo por los estudios, sino que porque sus padres no paraban de viajar, por lo que había decidido entrar en un colegio interno. Él sabía lo de mi madre porque fue poco antes de que este se fuera del pueblo, y sabía que era un tema bastante delicado, por lo que apenas lo hablamos. Por lo demás, ninguno había cambiado demasiado. Para cuando nos quisimos dar cuenta sonó el timbre que señalaba la hora de la cena.
-¿No vienes? –le pregunté al ver que no venía hacia el comedor.
-No, no tengo hambre. Daré una vuelta por aquí y luego iré a deshacer las maletas. Nos vemos mañana.
-Vale.
En la cena, más snobismo. Y Sam sin aparecer. Si al día siguiente no aparecía, llamaría a su casa. No era normal en Sam desaparecer así como así. Los que se habían sentado en la misma mesa que la mía eran casi todos pijos que fardaban de dinero. El comedor era el mismo que el de los últimos cien años; el suelo era de piedra, como las paredes. Las mesas eran circulares y cubrían toda la estancia, de medidas incalculables. A pesar de haber lámparas, había candelabros con tres velas cada uno cada tres metros. Tres cuadros en la pared principal, donde se hallaban las tres mesas de los profesores. La comida estaba en una mesa muy larga, en la que cada uno se servía lo que le apetecía. Aquella noche se podía elegir entre espaguetis, sopa o ensalada. Creo que me perdí las clases de protocolo, porque los chicos eligieron sopa y las chicas ensalada, salvo los becarios, que cada uno cogió lo que quiso. Y averigüé por qué de los platos. Los espaguetis eran tan pringosos, que sólo por el hecho de no mancharse, preferían otros platos. Una vez acabada la cena, me dirigí a mi dormitorio con el alma arrastrándose como si fuera mi sombra. Mi mejor amiga había desaparecido, se me había pringado la camiseta de tomate y tenía que soportar a dos enemigas en un territorio de 20 metros cuadrados. Genial. Me costó dormirme tres horas, y todo porque una tenía calor y la otra frío. Tuve que dormir en la escalera del ala en el que se encontraba la habitación. Al final, quien tuvo frío fui yo. Pronóstico para el curso: asqueroso.



Besos

ha estado muy bien espero que sigas pronto!!!

:O me a gustado muchoooo!!!
porfis siguelooo!

¡Hola! Gracias por comentar! Aqui teneis un nuevo trocito. Al principio la historia será aburrida (os aiso desde ya xD) pero es para ir entrando profundamente xD
Espero que os guste ^^




Desperté a eso de las cuatro, temblando de frío. Bueno, más que despertarme yo, me despertaron.
-¿Qué haces aquí a estar horas?
-Jugar a las canicas si te parece.
Era Mike, el chico que tooodos los años desde que llegué a esa escuela, me pedía salir lo menos tres veces por semana, y toodas esas mismas veces yo le había dado calabazas. Era halagador, pero al final era repetitivo. Mike era de un curso más que yo, no mucho más alto que yo, moreno y de ojos marrones. Tenía cuerpo atlético y era buen estudiante, es decir, era el chico con el que toda chica querría salir, menos yo. Sí, yo soy así. No soy “la típica chica”. A mi siempre me han ido más los inalcanzables, los lejanos, los casi imposibles, razón por la cual mi agenda de teléfonos está casi vacía.
-En serio, deberías plantearte lo de ser mechero, porque tienes una chispa…
-Mike, ¿qué haces aquí a estas horas?
-Pues estaba dando un paseo porque no podía dormir, y te ví aquí tumbada y dije: pero qué guapa está.
-Y decidiste despertarme.
-En realidad me preocupé porque temblabas tanto que creí que te iba a dar algo.
-Solo tenía frío.
-¿Y por qué no estás en tu habitación?
-Mis compañeras están en guerra, hoy ha habido una batalla, y como yo soy Suiza… he decidido no tener nada que ver.
-Jajaja. Pide un cambio de habitación.
-A las cuatro de la mañana voy a ir a secretaría a pedir un cambio de habitación, ¿no?
-Vale, tienes razón. Pero no sé… ¿no hay ningún logar en el que puedas dormir que no sea aquí?
-Ni la menor idea, pero de todas formas creo que ya ha acabado la batalla hasta mañana, así que me vuelvo a mi habitación.
-Bien, buenas noches, cielo. Por cierto, ya que estamos a solas…
-No, Mike, este fin de semana pienso pasármelo en el colegio, así que no saldré.
-Está bien, al menos lo he intentado.
Iba a irme pero me dí media vuelta, tenía que preguntárselo.
-Mike, ¿alguna vez te has planteado pedirles salir a otras chicas? Te lo digo porque llevas varios cursos intentando salir conmigo y yo siempre te he contestado que no. ¿No te rindes nunca?
-Supongo que la paciencia es la clave del éxito. Además, nunca me lo he llegado a plantear. Desde que te ví por primera vez he querido salir contigo, lo que nunca he entendido ha sido por qué siempre te has negado.
-Supongo que porque no eres demasiado mi tipo.
-Si apenas me conoces.
-Supongo que me hago una idea de cómo eres.
-Es decir, que me has juzgado por mis apariencias. Eso es muy injusto por tu parte, Angelica. ¿No te das cuenta de que puedo ser justamente lo contrario a lo que piensas?
-Puede ser… pero…
-Pero ¿qué?
-No sé. Mira, es muy tarde, me voy a dormir, ya nos veremos.
-Vale, buenas noches.
Nunca había visto a Mike así, parecía abatido. Tenía razón. Nunca le había dado la oportunidad de conocernos mejor, apenas sabía de él. Se merecía una oportunidad, solo por lo que había estado luchando los últimos años. Tal vez saldría con él ese fin de semana. Llegué a la habitación y estaba en completo silencio. Ni siquiera me fijé cual estaba en qué cama, solo necesitaba un colchón. Estaba casi dormida cuando escuché ruidos extraños que provenían del exterior. Miré por la ventana y ví una figura aparentemente humana correr hacia el bosque y acto seguido un grito desgarrado de dolor, creo que animal.
A la mañana desperté creyendo que había sido un sueño, pero me cercioré saliendo al bosque y viendo restos de lo que parecía un zorro ensangrentado en la hierba.





Besos

o si te a quedado genial!
y coincido con Anne, podrias cambiar el color? gracias...

Saludos, Luna.

Buenas! Ya estoy aqui de nuevo ^^ He tenido en cuenta lo del color, así que de ahora en adelante la haré en normal y lo que tenga que decir yo en violeta ^^
Habermelo dicho antes! :s y yo que creía que se veía bien... en fin, espero que os guste ^^





-Tienes mala cara, ¿has dormido bien?
-¡Pero si estás viva!
Era Sam, pero muy cambiada; sus mechas azules y su pelo negro habían desaparecido para dar paso a un pelo rubio. Sus pulseras de pinchos y calaveras ahora eran de plástico y colorines; y en vez de llevar una vestimenta desaliñada el uniforme estaba totalmente planchado y bien colocado, y sus piercings ya no estaban.
-¿Sam? ¿Qué… qué te ha pasado?
-¿Qué me ha pasado de qué? Si te refieres a lo de no venir a la presentación fue porque mi padre quería estar hasta el último minuto conmigo.
-A parte, lo del nuevo look.
-Supongo que porque necesitaba un cambio, me he pasado casi todo el verano con mi prima Sarah, la de Nueva York, y me ha dado unos consejos buenísimos.
-Ya.
Seguimos avanzando en la cola para coger el desayuno, estaba muy aturdida, solo faltaba que hubiese cambiado a Muse por Paris Hilton y empezaría a plantearme llevarla a un médico. Apenas cogí algo desayunar, el zorro muerto me había quitado parte del hambre. Nos sentamos en una mesa junto a otros de nuestro mismo curso. Estaban Anthony, que era el ex de Sam, aunque seguían siendo amigos, Sindy, mi antigua compañera de cuarto y otros cuantos. Creo que todos se quedaron tan extrañados como yo al ver a Sam, sobre todo Anthony, que estaba totalmente en desacuerdo con las rubias. El desayuno, a pesar del barullo que montaban los demás alumnos, fue silencioso, ninguno se atrevió a hablar, y yo, harta de la tensión, tan densa que se podría cortar con un cuchillo, decidí tratar de romper el hielo.
-Ejem, y esto… ¿Sindy? ¿Qué tal has pasado el verano?
-Mis padres, mi hermana y yo fuimos Argentina un par de semanas y luego estuve en casa de mi abuela. Argentina es una pasada…
-¿A qué ha venido ese cambio, Sam? –dijo Anthony cortando a la pobre Sindy.
-¿Sabes? Contaba los minutos que ibas a tardar en preguntar. A nada, sólo me apetecía cambiar un poco, tan tétrica como siempre, tan oscura, una se acaba cansando.
-No te creo. Hace un año…
-Hace un año tú y yo estábamos juntos, y ya ves, ahora no. Si eso pudo cambiar, ¿por qué no yo?
Sam se levantó de la mesa con gesto de enfado y de… ¿eso era egocentrismo? ¿Sam? Me levanté yo también y puse gesto de indecisión. Le seguí. Llegamos al jardín de detrás del colegio, lugar que solo se utilizaba en los recreos.
-Sam, para por favor. ¿Estás bien?
-¡No! ¿Tan raro es que haya decidido cambiar un poco de aspecto?
-¿Un poco? Sam, eres todo contra lo que estabas hace un par de semanas, un poco habría sido el uniforme, que por cierto, me tienes que enseñar a planchar así. Pero ya no pareces tú. ¿Qué te ha ocurrido? ¿Fue Sarah?
-No del todo –Sam se sentó apoyando la espalda en el tronco de un árbol, poniendo su cabeza entre sus manos-. Fue todo. Mira, cuando llegué, creía que no iba a ser tan mal verano, pero pasando los días me di cuenta de que iba a ser peor.
-¿Qué ocurrió?
-Hubo un chico, alguien que me hizo pensar. Al principio nos llevábamos bien… pero luego… Salíamos de vez en cuando, y un día me besó y empezamos a salir en serio. Lo malo llegó el día en que una amiga de Sarah hizo una fiesta en su casa, yo llegué un poco más tarde, y me lo encontré… me lo encontré en el baño, tirándose a mi prima. Ese chico me gustaba de verdad, Angelica. ¿Y sabes lo que me dijeron como explicación? Que era tan rarita que nunca conseguiría a nadie. Y Sarah, Sarah se rió de mí, diciendo que cómo podría pensar que podría llegar a gustar a alguien. Cuando me fui… decidí cambiar, no sólo se trataba de gustar a alguien, se trataba de dejar de ser objeto de mofa, ¿crees que nunca me he dado cuenta de cómo se reían los demás de mí en este colegio?
-¿Y crees que siendo todo contra lo que has luchado arreglará todo?
-Puede, y sino… al menos lo habré intentado.
-Mira, si realmente piensas estar en contra de todos tus principios solo por parecer alguien “más” de este colegio, te apoyo, pero no veo necesario que cambies tu actitud y… no veo necesario que cambies, Sam. Todos los que te conocemos te queremos tal y como eres, y no necesitamos que cambies.
-Es fácil decirlo cuando no es de ti de quien se ríen.
-¿Qué no? Sam, ¡por favor! De mí tienen doble motivo: soy la “enchufada” por ser la sobrina del director, y yo tampoco es que vista igual que los demás, ni mis pensamientos… nada.
-Haremos una cosa, me quedo con estas pintas un par de meses y después ya se verá, ¿vale?
-No estoy totalmente de acuerdo contigo pero bueno…
Ayudé a Sam a levantarse y le tendí un pañuelo. Ya íbamos hacia dentro cuando Sam se paró en seco:
-¿Quién anda ahí?



Besos

pobre sam, la entiendo, y sobre todo si su prima fue capaz de decirle tal barbaridad...
y porfavor ¿QUIEN ANDA AHI? dios si q sabes como dejar en suspenso xD
me a gustaso mucho siguela pronto.

saludos.

¡Buenas! He vuelto, muajajajaja No os librareis de mí tan fácilmente xD
1º LO SIENTO LO SIENTO LO SIENTO LO SIENTO LO SIENTO LO SIENTO LO SIENTO LO SIENTO LO SIENTO LO SIENTO LO SIENTO LO SIENTO LO SIENTO LO SIENTO LO SIENTO LO SIENTO pero es que mi inspiración había decidido irse de vacaciones dejándome tirada ¬¬ Menos mal que ha vuelto.

2º Espero que el cacho que os dejo os guste, que recordeis cómo iba la historia (ni yo me acordaba xD). Este cachito, es cortito, pero a mí me ha gustado, he tocado algo de humor, fantasía (?¿) y chorradicas múltiples.
No me lo tengais en cuenta, son las ocho y cuarto de la mañana de un domingo y no he dormido nada en toda la noche, increíble que aún tenga cabeza pa escribir xD
Bueno, que me enrrollo. Al grano:




-¿Sam? Sam, ¿estás bien? ¿A quién has visto?
Sam se acercó hacia un montón de árboles donde la luz del sol penetraba con menos intensidad. No me hacía ni caso. Sus ojos estaban como platos, y la mirada fija en los árboles… o más allá. Se fue acercando lenta y sigilosamente. Uno… dos… uno… dos… Sus pasos (y los míos) se compenetraban con los latidos de mi corazón, que parecía ir más lento para permitirme respirar acompasadamente. Sam estaba a dos o tres pasos de mí, pero no tuve tiempo de reaccionar. De repente, Sam echó a correr hacia la oscuridad. Yo, a pesar de llevar mucho tiempo en esa escuela, jamás había penetrado dentro de ese lugar, puesto que me habían hablado de muchos niños perdidos y peligros y cosas por el estilo. Ni por asomo me había imaginado que ese montón de árboles en realidad fuese un bosque, oscuro y tenebroso, por cierto. Ni tampoco que en plena mañana, pareciese de noche. Ni que Sam corriese tanto.
-¡Sam! ¡Sam! ¡Para! ¡Sam!
Pero no contestaba. Yo seguía corriendo con todas mis fuerzas, tratando de alcanzarla, pero no había forma. Tropecé. Maldita la raíz del enorme árbol. Perdí el equilibrio, caí al suelo. Mi corazón esta vez parecía estar a punto de salirse de mi pecho, mi respiración tan rápida que en cualquier momento fuese a hiperventilar, pero me levanté y continué corriendo. Aquellos cinco segundos me había sentado muy bien para recuperar un poco las fuerzas y continuar… pero ¿por dónde? Sam había desaparecido, no veía ni su pelo ni su uniforme por ningún sitio, ni tampoco veía la escuela, o el jardín de esta. Recapacité, la cosa estaba así; Sam estaba perdida, o al menos yo la había perdido; yo estaba perdida; es decir, todo estaba perdido. No sabía qué hacer, si comenzar a caminar o quedarme quieta. Esa mañana había olvidado ponerme el reloj, por lo que no sabía qué hora, ni si ya se habían dado cuenta de la ausencia de dos alumnas. No tenía idea de cuanto tiempo llevaba allí. Me senté en el suelo. Un escalofrío recorrió mi espina dorsal. Miré a mi alrededor, pero sólo veía árboles y hojas secas en el suelo. Pasó el tiempo y comencé a impacientarme. Había pasado por lo menos una hora porque el sol ya no estaba donde antes (pequeñas nociones de supervivencia enseñadas por mi padre cuando era muy pequeña, y ahora prácticamente olvidadas), sería… ¿media mañana? Puede. Comencé a impacientarme, a desesperarme. Miré a mi alrededor, árboles y árboles. Vale, recapitulé. Traté de recordar algo del camino, y con mi súper instinto de orientación, traté de volver sobre mis pasos. Caminando, el bosque no era tan tétrico ni tan feo, todo lo contrario; los pocos rayos de sol que penetraban entre las ramas daban un aspecto mágico, lástima estar perdida, porque sino habría sido una excursión estupenda. Mis ojos trataron de seguir la trayectoria de lo que parecía… Alto. ¿Qué había sido eso? Tenía la extraña forma de una ardilla, pero… ¿alas? ¿pico? No, no era una ardilla voladora, tampoco un pájaro ni tan siquiera un ornitorrinco. Pero, ¿entonces…? El bicho desapareció. Continué caminando tratando de autoconvencerme de que lo que había visto había sido fruto de mi queridísima imaginación y no de posiblemente restos de materiales químicos procedentes de la fábrica más cercana, o lo más parecido a una, es decir, el único molino del único pueblo a treinta kilómetros de lo que se supone que estaba cerca: la escuela. Mis ojos se volvieron a desviar al divisar, esta vez, una sombra aparentemente humana. Era muy alargada, pero tenía forma de ser de un hombre de complexión delgada o más o menos musculosa. Mis análisis no solían dar en el clavo de vez en cuando, por lo que tampoco creí exactamente que fuese humana (aún seguía con el susto en el cuerpo por lo del bicho). Por si las moscas preferí ahorrarme los grititos de auxilio, lo último que me faltaba era que un ser extraño fruto del molino del pueblo tan lejano me devorase, o un humano se aprovechase de una pobre estudiante perdida en el bosque, o peor… Que fuese mi tío. Ya me estaba imaginando la cena de Navidad y toda la familia riéndose de la pobre Angelica, perdida. No, gracias. Vale, lo sé, prefería estar perdida a que se riesen de mí, pero, ¿qué le iba a hacer si era géminis? Con la tontería llegué a un prado. Miré alrededor, ni rastro de un solo alma, a no ser que fuesen flores o hierba. Miré el camino recorrido, un paseo me había dado, eso no lo dudaba. Ahora, podía continuar hacia delante, o rodear el bosque sin penetrar en él hasta encontrar el jardín del colegio. La segunda idea resultó más jugosa, así que acepté.



No os olvideis de comentar ^^
Gracias n.n
Besos

Me alegro de que estes de vuelta.

como Sam la a podido dejar sola en el bosque,espero que realmente solo sea una mala pesadilla

y que encuentre pronto el colegio o a alguien que la ayude.

continua en cuanto puedas

besos

:O Q BUENO Q VOLVISTE!!!!!! ^^

me encanto la continuacion, esta super!!!!!

me gusta como piensa angelica jejjejejejejej


sigue prontito ^^

besos!^^

Acabo de leer la historia del tirón. La verdad es que me intriga, la pobre Angélica perdida ahora en el bosque. ¿Qué mosca le habrá picado a Sam?
Y en el último capítulo compadezco y entiendo a Sam. A veces dan ganas de experimentar un cambio radical en cuanto a forma de vestir, de hablar y de comportarse para ver si las cosas serían mejor de ese modo.
Continua en cuanto puedas