Adicción (Fan Fic)

Siento muchisimo no haber podido actualizar en tanto tiempo, entre los deberes, los examenes y viajes no he tenido mucho tiempo de sentarme ha escribir, pero por fin os puedo traer la continuación! Muchisimas gracias por seguir mi fic!!!!!!!!!


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Resulta extraño lo lento que pasa el tiempo cuando no estas cerca de la persona a la que amas. Me resultaba difícil concentrarme en las clases, por más que lo intentaba, mis pensamientos siempre acababan en un mismo punto: Lucas.

Pasaron los días, y no volví a tener novedades acerca de aquellos extraños acontecimientos. Cansada de no saber de qué se trataba decidí investigar un poco más sobre el asunto, pensando más que nada, que aquello me ayudaría a mantenerme distraída y no pensar más en Lucas.
Una noche, mientras toda la Academia dormía, salí de mi habitación para ir en dirección al baño, el último lugar donde me había pasado.

- ¿Bianca?

Me sobresalté al oír mi nombre, ocurría de nuevo, la voz me llamaba.

- ¿Qué eres y qué quieres de mí? – casi chillé histérica.

- ¿Qué estás diciendo? Bianca, soy yo Lucas.
Me giré y me di cuenta, era Lucas y estaba intentando no reirse.

- ¿Estás bien? ¿Qué haces gritando como una loca a estas horas?

- Lu-lucas, eres tú, ¡que susto me has dado! Pensé que eras…

- Que era ¿quién?

- El… – no sabía como nombrarlo: el fantasma, espectro, animal, persona, cosa… si lo mejor seria llamarlo cosa hasta que estuviera segura de qué se trataba – la cosa esa que me llama.

- ¿Ha vuelto a aparecer? – su expresión se había transformado a seria.

- No – contesté inmediatamente para tranquilizarlo – no ha vuelto, pero como estaba cansada de no saber de qué se trataba decidí investigar por mi cuenta.

- Bianca, debes tener cuidado, no sabes de que se trata y podrías hacerte daño, te dije que contaras conmigo, no me gusta que salgas sola por la noche a investigar y mas sin decírselo a nadie, es peligroso.

- Puedo cuidarme sola.

- No lo dudo, pero aún así… Bianca, si te pasara algo yo… yo… - Lucas estaba realmente preocupado, se acercó a mí y me acarició la mejilla, nos miramos fijamente y empezó a acercarse. Por mucho que quisiera mantener mi promesa lo que sentía por Lucas era mucho más fuerte. Nos besamos, en aquél beso se reflejó todas las ganas que teníamos el uno del otro, todo lo que habíamos estado reteniendo en las últimas semanas. Al principio pensé en mis padres, en la señora Bethany, en Balthazar, en lo que les decepcionaría encontrarme así, besando a la persona que yo tanto amaba pero que ellos tanto odiaban, pero todos esos pensamientos desaparecieron en cuanto los labios de Lucas rozaron los míos. Este era un momento tan nuestro, que no quería que nadie lo estropease. – Te quiero – me dijo Lucas en un susurro.

- Y yo a ti.

- Se que le prometimos a tus padres que no estaríamos juntos, pero no puedo, no puedo pasar a tu lado día a día y no poder decirte que te quiero.

- Lo se, a mi me pasa lo mismo – intenté retener las lágrimas. – Se que se lo prometimos, pero, ¿y si seguimos estando juntos? En secreto, sin que ellos lo sepan. – Lucas parecía confundido, pero en sus ojos pude ver que él también lo deseaba tanto como yo.

- Pe-pero…

- Por favor, no quiero estar separada de ti, ya fueron bastante los últimos seis meses, no quiero que ahora sea igual – me miró, estaba intentando decidirse. En vez de darme un sí o un no, se limitó a volver a besarme, en ese beso estaba la respuesta.

- ¿Estás segura de querer vivir un amor secreto y peligroso?

Como el había hecho hace unos segundos antes le contesté con un beso, el sonrió y me abrazó.

- Te quiero – volvió a decirme.

- Y yo a ti – y a continuación me acompañó a mi cuarto, me besó en la frente y me deseó felices sueños, y estaba segura de que los tendría ya que Lucas y yo volvíamos a estar juntos.


CONTINUARÁ
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Espero que os guste!
besos!

Os dejo la continuación

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Los días pasaban y yo me sentía como estar flotando en las nubes. Cada día, en secreto, Lucas y yo, acordábamos una hora y un lugar para vernos. Teníamos que panearlo muy bien, no podíamos permitirnos ni un solo fallo, porque si nos descubrían, se acabaría todo. Mandarían a Lucas lejos de aquí y no volverían a confiar en mí.

Saber que estaba engañando a mis padres me hacía sentirme mal, pero engañarme a mi misma, haciéndome creer que no quería a Lucas me hacía sentirme peor, así que decidí dejarme llevar, no pensar en las consecuencias de algo que todavía no había ocurrido.

Esa misma noche había quedado con Lucas en la torre que como siempre, iba a estar vacía. Pronto llegaría el viaje a Riverton y teníamos que acordar dónde nos íbamos a ver aprovechando que a mis padres les tocaba vigilar a los alumnos que se quedaran en el cine.

Mientras esperaba a que Lucas llegara empecé a ojear el lugar. De pronto, la temperatura empezó a descender. Sentí que un escalofrío recorría todo mi cuerpo, de pies a cabeza. La puerta se abrió de golpe y se me escapó un chillido.

- ¡Ey! Tranquila, que soy yo – dijo Lucas acercandose a mi y me acarició la mejilla.

- Ah, si, perdona, es que he sentido… no, habrán sido imaginaciones mías. Has tardado, ¿ha pasado algo?

- No, es solo que me ha costado un poco salir de la habitación, Vic ha tardado en dormirse.
- Ok – dije, y le di un abrazo – ¿cómo hacemos entonces para vernos en Riverton?

- Se me había ocurrido que nos veamos en el bosque, cerca del río. Los vampiros tienen miedo al agua, ¿no? Seguro que ninguno de los que pueden delatarnos se acercarán allí.

- Mmmm… sí, me parece bien.

- Pues trato hecho – dijo Lucas mientras entrelazaba sus manos con las mías, luego, dulcemente, me besó. – Será mejor que nos vayamos a dormir pronto, últimamente te veo cansada, en clase veo que no estás muy concentrada, ¿hay algo que te preocupa?

- No, nada, es que no quiero que salga algo mal.

- Se a que te refieres, a mi me pasa lo mismo – me besó en la frente – vamos, te acompaño hasta tu habitación – me cogió de la mano y nos sumergimos en la negrura de los pasillos de aquel misterioso internado.

CONTINUARÁ

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Gracias por seguir mi fic

besos!

Genial,pero se me hacen cortitos.Podias ya que estas puesta alargarlos.

vaya dos lo dificil que es el amor,y lo mal que lo estan pasando Biendose a escondidas.

continua en cuanto puedas.

Muchas gracias!

Más
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Y así llegó el día de la visita a Riverton. Lucas y yo habíamos quedado en ir en autobuses distintos y encontrarnos en el lugar acordado. Su autobús había salido antes que el mío, así que ya estaría allí cuando yo llegara. Estaba ansiosa por encontrarme con él.

Cuando llegamos me escabullí entre la gente, pero una voz me detuvo.

- Bianca, hija, ¿dónde vas? ¿No vienes al cine? Hoy ponen una película de Cary Grant – dijo mi madre con dulzura.

- Eh… No, prefiero dar una vuelta, para, eh… disfrutar del sol y ver tiendas – improvisé rápidamente. Detestaba mentirle pero no me quedaba otra opción.

- ¿Estás segura? – me miró extrañada mi madre, se notaba que me conocía de toda la vida, sabía cuando algo que yo decía no era del todo cierto; aunque claro estaba, cualquiera podría pillarme ya que no era muy buena mentirosa.

- Claro – dije con una sonrisa, intentado parecer segura.

- Está bien entonces, diviértete y no te alejes mucho.

- Claro – volví a repetir.

Me fui antes que me entrara un golpe de culpabilidad mayor que el que tenía en ese momento y me provocara decir algo que luego lamentara.

Me dirigí al bosque para buscar a Lucas. Pero cuando llegué no había nadie, me extrañó, pero pensé que a lo mejor se había distraído con algo y que no tardaría en llegar. Me senté en una piedra cerca del río y me retoqué un poco el pelo. Vale, nunca he sido de las que se arreglan el pelo cada minuto, pero es que quería estar perfecta para Lucas. Había tanto silencio en aquel bosque... el único ruido que se podía oir era el de las aguas corriendo a lo largo del río y de vez en cuando el de algún animal. Esperaba que Lucas llegase pronto, tanto silencio me ponía nerviosa, y el tiempo en su ausencia corría muy lento.


Media hora, llevaba media hora esperando y Lucas no llegaba. A lo mejor me había equivocado de sitio, o había sido él el que se había equivocado. Lo mejor sería que fuese a dar una vuelta por los alrededores para mirar si estaba por ahí.

En el momento en el que iba a levantar, alguien salió corriendo de entre los árboles. Me levanté de un brinco, en guardia, dispuesta a defenderme de lo que fuese aquello.

- ¡Ayúdame por favor!

CONTINUARÁ
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Espero que os haya gustado
besos!

Hola a todas! gracias por seguir el fic , aqui traigo la continuación
A partir de este momento aparecerán personajes de Adicción, y algunos acontecimientos tambien pueden salir pero contados de una manera diferente , así que si no os habéis leido adiccion y no os quereis enterar de nada os aconsejo que no sigais leyendo
Por lo demas, espero que disfruteis de este nuevo trozo de la historia

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De entre los árboles apareció una chica rubia con el pelo rizado, era alta y delgada. Sus ojos eran castaños y estaban llenos de terror. Su piel era tan blanca como… como la de un vampiro. Si, no había duda, ella era un vampiro. Pero, ¿qué puede asustar tanto a un vampiro? La respuesta estaba clara: un cazavampiros. No podía ser, según me había dicho Lucas, los miembros de la Cruz Negra no se encontraban por los alrededores, estaban todos lejos, todos menos uno: Lucas. Pero estaba a punto de ser uno de los nuestros, no se pondría a perseguir a un vampiro, ¿no? Además Lucas no era del tipo que matan a todo vampiro que se le cruza por delante, ese vampiro tendría que haber atacado a alguien antes…

Miré de nuevo a la chica, definitivamente no tenía pinta de haber atacado a nadie.

- Tú… - la chica, a una velocidad inhumana corrió hacia mi y se puso justo delante – tu no eres humana. Tienes que ayudarme, me persiguen, y como te vea a ti hará lo mismo.

- ¿Quién? Dime, ¿quién te persigue? – necesitaba saberlo.

- El mayor enemigo de un vampiro, un miembro de la Cruz Negra.

- Eso ya lo se, pero ¿quién era? ¿Cómo era?

- No hay tiempo, ¡corre! – me cogió del brazo y tiró de mí.

Corrimos durante 10 minutos a través del bosque. Oí que unos pasos se acercaban a nosotras, quise mirar hacia atrás para ver de quién se trataba, pero no pude, aquella chica tiraba de mí. Llegamos a una fábrica, el corazón me latía tan fuerte que temí que pudiera salirse de su sitio, tan fuerte que lo podía escuchar.

Nos escondimos detrás de un camión que estaba aparcado en una esquina. Mi respiración estaba muy agitada por lo que me senté en el suelo para tratar de recuperar el ritmo normal.


- Tenemos que huir – me dijo aquella chica.

- No, vete tu, yo me quedo. No me pasará nada.

- ¿Estás loca? Si te atrapa te matará – en su voz se reflejaba angustia y temor.

- No, sea quien sea no me hará daño, en cambio no te podría asegurar lo mismo en tu caso.

La chica estaba tratando de decidirse cuando escuchamos una voz que me resultó conocida:

- Se que estás aquí, no podrás ocultarte eternamente.

- Está bien – susurró la chica – puede que en un primer momento no se de cuenta de lo que eres, hasta a mi me costó averiguarlo, pero te aconsejo que te alejes rápidamente, porque si no… ya sabes lo que te espera. – La chica hizo ademán de irse, pero yo la detuve.

- Un momento, déjame preguntarte una cosa antes de irte. ¿Cómo te llamas?

- Me llamo Charity – acto seguido, se dio la vuelta y desapareció.

Charity… ¿quién era esa chica tan extraña? ¿qué habría hecho para que la persiguiesen? ¿me volvería a encontrar con ella? En aquél momento no tenía las respuestas a aquellas preguntas, pero deseaba poder contestar a algunas de ellas en pocos minutos. Había llegado el momento de salir de mi escondite y encarar a Lucas, su perseguidor.

CONTINUARÁ
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Espero que os haya gustado
besos!