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| ~ Aquellos días junto a ti. ~ Shortfic. Terminado. ^^ | |
| | Autor | Mensaje |
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Favole Humano
Mensajes : 37 Fecha de inscripción : 12/07/2008 Edad : 31 Localización : † En Wolfs' Street †
| Tema: ~ Aquellos días junto a ti. ~ Shortfic. Terminado. ^^ Sáb Jul 12, 2008 6:48 pm | |
| ¡Venga! Me tiro de cabeza al río para recibir críticas, felicitaciones, amenazas, avisos de homicidio... etc Es broma. Bueno os cuento un poquillo. Yo escribo para pasar el rato, no tengo pensado en publicar nada (no es lo mío) y simplemente lo hago para divertirme y sacar un poco lo que llevo en mi interior. Esta historia la he escirot hará semana y media y personalmente, me gusta. Es que ese tono en plan triste pues no sé... Me llegó la historia jejeje. Espero que os gusta y recibo críticas constructivas, es decir, decidme todo lo bueno y por supuestísimo, lo malo, que no ando escasa de errores.
Aquellos días junto a ti.
Sentada en la valla del porche observo la solitaria carretera que cruza el bosque. Hoy, noche de luna nueva, nada aporta claridad a las espesas tinieblas que tienden su manto en el mundo. La fría brisa recorre el aire y llena de humedad las plantas. Doblo mi rodilla en busca de una postura más cómoda. Milo sigue dentro pero yo necesitaba algo de tiempo para pensar y lo dejo leyendo una de esas obras que tanto le gustan. Un coche conducido por un grupo de adolescentes cruza el páramo y el olor de la sangre se queda congelado un momento en el aire, luego el viento se le lleva. Nunca había pensado llegar a ese punto. Una encrucijada con dos caminos posibles pero uno de ellos lleno de aburrimiento y amargura. Hacía ya dos años desde mi conversión y memoro cada día que pasé junto a Milo. Tantas penurias y alegrías, dolor y venganzas, sangre y muertes que sembraron nuestras existencias. Deseo volver a amarle como lo hice tiempo atrás porque ahora le seguía queriendo pero de distinta forma. Sus ojos, aunque me hacían perder la compostura, me mostraban una penuria en aquella caasa. Sus músculos por los que tantas simples humanas suspiraban, esos que yo había conocido tan bien, solo eran parte de su cuerpo. Él, un ser sobrenatural y hermoso, lleno de poder y ansias de vida, de él para mí solo quedaba un ser que jugaba a cambiar el mundo, un señor de la noche que asesinaba. La sangre poblaba nuestras vidas, antes pensé que era necesaria que no ocurría nada por sesgar un par de vidas cada noche. No era cierto. Jugamos a ser los jueces del mundo, decidimos quien muere y quien vive a nuestra elección personal, solo hay un nombre para describirnos, depredadores. Todos los humanos son depredadores, es cierto, pero nosotros los amos de las tinieblas matamos a los de nuestra propia especie para beber su sangre. Adorados por tantos y temidos por los mismos en realidad somos una raza que no debería existir, unos seres despreciables que poblaban la noche porque la luz del sol acabaría con ellos. No somos nada. Jugamos con ventaja, nadie escapa a nosotros por más que lo intente. Miles de veces en estos dos años me he preguntado la razón de nuestra existencia y siempre he sido defraudada por el silencio que era el único que me otorgaba respuesta. No sabemos sobre nuestros principios y quién sabe si algún día se descubre, yo por mi parte opino que es tarde para buscar respuestas. Cuando has matado tanto como yo no buscas nada más que pasar de noche y puede que algún enfrentamiento para animar un poco la eternidad. Dos años había durado mi estancia con Milo, con el señor de cabellos azabaches y ojos azules, ni uno más me digo. Le quiero pero no lo suficiente para permanecer a su sombra más tiempo. Necesito la libertad de la noche para mí sola. No depender de nadie más y correr al caer el sol, luchar sin miedo a consecuencias, beber sola y por una vez decidir que es lo mejor para mí. Nuestra casita en Normandía es un punto de paz en medio de la noche. Nadie nos molesta y vivimos tranquilos, esa era la vida que Milo desea pero yo ansío algo más. Quiero acción y ansias de vivir. Tras sus dos siglos de vida como vampiro era comprensible que Milo solo quisiese un poco de tranquilidad en la costa francesa. A mi corazón le cuesta decidirse a dar el paso. Me pongo en pie con elegancia y agilidad y entro en mi casa sabiendo que es la última vez que la pisare antes de que pase el tiempo. Milo está sentado en su butaca granate, inmerso en su mundo de tinta. - Milo… yo te quiero hablar sobre una cosa. Él me mira con esos ojos infantiles y llenos de inteligencia, parece un niño que no está preparado para la vida pero yo conozco. Puede ser inocente o tan sádico como cualquier otro. Me sonríe de forma melancólica y muy significativa. - Lo sé, Alice. Necesitas algo más que vivir aquí conmigo sin nada que hacer. Vete a recorrer el mundo, conoce culturas y países. Ama a otras personas y bebe de la sangre de los tiempos. Se que es un adiós que puede ser para siempre pero me tendrás cuando lo necesites. Esa revelación me deja de piedra. Él no sabía nada pero me da luz verde. Una oleada de tristeza rompe contra mí pero me mantengo inerte. Debo irme ya o no podré hacerlo nunca. - ¿cómo sabías… - preguntó indecisa. - Este viejo vampiro sabe cuando un corazón sufre cautiverio y cuando necesita salir. Los años te mostrarán a leer los sentimientos en los seres ajenos. Eso es lo que me permite ser como soy. Ahora vete, Alice. Vete en paz y disfruta de tu viaje. – mira en dirección a la chimenea apagada y vuelve a mirarme – Si cuando vuelvas, si es que lo haces, este vampiro ya no vive… - Milo, no digas eso. – replicó con brusquedad. - No – responde sin vacilar – yo he vivido ya mucho y puede que alguna vez no soporte las piedras que caen cada noche sobre mi, la lápida de la eternidad… Por favor, vive por mí y recuerda mis lecciones. No deseo que falles pero lo harás solo le ruego al Dios que esté ahí arriba que cuide de ti. Nos miramos en silencio y me muerdo el labio nerviosa. - Gracias. Le doy un beso de despedida y salgo de la casa, llevando tan solo conmigo un libro de bolsillo de mi anterior vida y el colgante que Milo me regaló. Emprendo un nuevo viaje, esta vez sola y sin compañía. Iré a la capital, París, e intentaré conocer los placeres que allí se esconden. Deseo que Milo siga igual para mi vuelta porque no deseo perderle. En el fondo aún le sigo amando pero yo también necesito un poco de libertad y de libre albedrío. Salgo de la casa sin mirar atrás, intento cortar los lazos que me unen a ese aura de tranquilidad porque ahora sé que me quedará poca. Cierro los puños mientras la noche se traga mi silueta, atrás dejo una silueta masculina observando mi partida desde el umbral de la puerta. En la oscuridad no se ven sus rasgos pero mis ojos ven ese destello azul cobalto que observa con melancolía a esa amante eterna que es la noche y como su discípula se aleja de él. En un bocanada de aire el frío se clava como un puñal en mis pulmones. - Adiós, amada mía. – escucho ese susurró que el viento ha querido regalarme. Su voz aterciopelada y dulce se manifiesta incluso en la distancia. “Adiós, mi amor” respondo en mi mente y en la lejanía una sonrisa triste se dibuja en su rostro. Ya no hay vuelta atrás. | |
| | | Favole Humano
Mensajes : 37 Fecha de inscripción : 12/07/2008 Edad : 31 Localización : † En Wolfs' Street †
| Tema: Re: ~ Aquellos días junto a ti. ~ Shortfic. Terminado. ^^ Sáb Jul 12, 2008 6:50 pm | |
| 70 años después
El ruido de mis tacones marcaba el ritmo de la noche. Caminaba en busca de una presa. No sería difícil esa noche, me encuentro en una taberna de mala muerte donde abundan los criminales. Hubo un tiempo en que solo cazaba “impuros de corazón”, ya me daba igual. Cualquier persona me sirve para saciar la sed, total una persona entre tantos miles de millones no es mucha perdida. Me apoyo contra una pared esperando a que alguien cruce por allí. Aspiro el aroma de la primavera con esa brisa fresca de la nocturnidad. Estoy decidida a volver. Ya he recorrido todo lo que necesitaba, he buscado respuesta y he conocido el amor de una sola noche. París siempre me ha acompañado en mi viaje con sus luces y sus melodías tocando la “Vie en Rose” y las típicas canciones parisinas. La Torre Eiffel domina la capital francesa y todos los edificios se rinden ante ella. En cierto modo somos iguales. Todos se rinden ante nosotras por belleza o por temor. Cierro los ojos y evoco recuerdos de estos últimos setenta años. Muchas emociones se agolpan en un momento: vida, sangre y muerte es lo único que veo en todas ellas. Un sentimiento de melancolía me recorre el pecho y siento, más que nunca que debo volver a mi hogar en Normandía. El viento que cruza el lugar me trae de nuevo un camino y un nombre: Milo… Sí, hace tiempo que le echo demasiado de menos. Mi corazón aunque muerto había encontrado a su alma gemela. En el fondo no ha pasado un solo día en que no le haya añorado, que no haya pensado en sus ojos antiguos y cada parte de su cuerpo. Una persona sale por la parte trasera de la taberna. Un borracho y un joven discutiendo y se enzarzan en una pelea. El ganador será mi víctima esta noche. El joven es más ágil y le clava una navaja al hombre a la altura del abdomen. El olor de la sangre viene hasta mí y siento un deseo impetuoso de correr a beber pero aún aguanto. El chico de pelo caramelo se percata de mi presencia en el callejón. Se acerca a mí sin ánimo de luchar o de matarme. En sus oscuros ojos tan solo se ve la lascivia. Rompo mi postura y camino hasta estar frente a él. Con los tacones soy igual de alta que él. Es un chico que medirá un metro ochenta y mucho. Su pelo acaramelado cae en melena hasta la altura de los hombros. Es guapo pero se puede ver a distancia toda la arrogancia en su alma. - Hola, preciosa. ¿Te apetece que vayamos a otro lado más íntimo? – me pregunta acercándose a mi oído. Debería echar a correr en vez de meterse en la boca del lobo. - No te preocupes aquí mismo me sirve. – respondo sugerentemente. Él comienza a besar mi cuello y a meterme mano. Le agarro fuertemente de las muñecas elaborando unas esposas con mis manos y le alejo de mí. Sonrío enseñando mis colmillos. Su mirada ya ha perdido la vitalidad, solo queda el mudo terror de ver a la muerte a diez centímetros de él. No me demoro más y muerdo su fornido cuello. Su sangre es deliciosa, como todas, pero me revitaliza con esa juventud que esconde en sus venas. Le lanzó con el otro cuerpo y me alejo a paso lento del callejón. Me deslizo como una sombra por la ciudad hasta despedirme del Sena que se escurre por la capital. Miro todos los monumentos que desde siempre quise conocer y llego hasta Notre Dame. Esa bella catedral de arte gótico y de maravillosos rosetones y cristaleras. La luz nocturna se filtra por ellos y les da un aspecto tétrico pero sin carencia de esplendor. Digo un último adiós a esa capital que me ha acogido con los brazos abiertos y me ha servido de guía en todos mis viajes. “Au revoir, París” susurro con lágrimas en los ojos y perfecto acento francés. Atrás quedan las historias que sus muros me han contado a escondidas, sus parques que han observado mis pasos, sus cementerios donde tantas lágrimas ha guardado y cada uno de los sentimientos que me ha ofrecido en los últimos tiempos. No solo dejo una ciudad, dejo una parte de mi alma inmortal tatuada en cada rincón parisino. Emprendo el viaje de regreso a mi casita en Normandía y solo deseo volver a ver a Milo en su sillón leyendo una de las tantas novelas que devoraba con ansia. Tomo el primer vuelo nocturno y llego allí pasadas unas horas. No llevo equipaje, no le necesito. Se me el camino de memoria y no tardo en llegar al lugar indicado para partir. La casita de paredes blancas se abre ante mí, una vez más. Su porche, sus ventanas, su jardín. Todo posee el color de antiguo pero algo destaca, la dejadez. Las malas hierbas inundan partes del jardín y el porche está descuidado. “No es normal en Milo” me digo sintiendo como un mal presentimiento recorre mi espina dorsal. Abro la puerta y un chirrido me recibe. El olor a cerrado es tan intenso que me hace cerrar los ojos. - ¿Hola? – digo esperando en vano una respuesta. Nadie responde. Todo sigue igual pero con capas de polvo y suciedad anidando en todos los rincones de la casa. Voy al salón donde espero encontrar respuestas a todos los interrogantes que me plantea esa dejadez. Como en el resto de la casa, no hay nadie. Me siento en el sofá que está delante de la chimenea y cierro los ojos. No paro de repetirme que todo va bien y que él estará bien. Dirijo mis ojos a su butaca y veo que hay una carta encima del cojín. La tomo entre mis pálidos dedos. Es un papel amarillento posiblemente por los años que llevará ahí. En el reverso del sobre hay escrita unas pulcras palabras con su caligrafía. “Para mi pequeña Alice” leo. Abro con manos temblorosas el sobre y extraigo el papel. Hay unas líneas escritas en él. Comienzo a leer con el miedo clavándose en mi piel.
“Mi querida Alice,
Te sigo echando de menos, incluso hoy después de tanto tiempo mi corazón llora tu ausencia. Cada noche me digo que no debí dejarte ir pero sigo rezando porque sigas el camino correcto para encontrarte a ti misma. La casa está muy vacía sin tu habitual tejemaneje de ideas extravagantes y tan brillantes.
¿Te acuerdas de cuando nos conocimos? No, seguramente no. Hay veces que creo que soy el único que guarda aquellos momentos grabados a fuego. Recuerdo tus ojos ambarinos brillar con la luz de la inteligencia que te diferenciaba del mundo, tu pelo corto azabache moverse a tu son, tus pasos aunque lentos por las características humanas tan gráciles y hermosos como cualquier cosa… Sí, nunca olvidaré aquel día en que me enamoré de ti. Fuiste la primera en arrinconarte mi corazón e irle conquistando día a día, noche a noche.
Mientras escribo estas últimas líneas para ti puedo sentir tu perfume en la habitación y a veces, en mis delirios, veo tu silueta en el porche, sentada en la barandilla dibujando tus bocetos. Perdona a este viejo vampiro por ser tan egoísta y querer tenerte de nuevo entre mis brazos. El olor a salitre característico de estas tierras llega hasta aquí y cuando observo el mar le ruego que estés bien. Últimamente he estado viendo tus dibujos a lapicero, me sorprendió uno que habías hecho de mí. Estaba sentado en la arena, mirando al horizonte en una noche de luna creciente. Es curioso, me pareció que pintaste el futuro pero sobre todos esas palabras que se han quedado marcadas para siempre en mí “Lo mejor que me ha pasado”. Siento haber robado ese cachito de intimidad pero se cayó de tu cuaderno, aún así no me arrepiento de haberlo visto.
Puede que a estas alturas te preguntes qué he hecho estos últimos setenta años. Bien, te responderé. Añorarte. Mi vida consistía en dormir, saciar mi sed y abstraerme leyendo. Notaba como la fría presencia de soledad me amenazaba a mis espaldas y ya no sentía tus movimientos por toda la casa como ocurría antaño. La única compañía durante este período ha sido la soledad que me arrullaba cada noche.
No te recrimines nada de lo que me pase, porque si volviese a vivirlo volvería a hacer lo mismo. Estas líneas no son para que te sientas mal, por el contrario deseo que te infundan ánimos a no cometer mis errores y que sigas adelante. Nuestros senderos se separaron pero puede que en otra vida, o en lo que exista más Allá de la Muerte nos encontremos. Mientras tanto, te estaré vigilando y protegiendo desde dónde vaya a parar.
Te confesaré un secreto: en realidad yo no he llevado esta vida de ermitaño siempre. Al principio soñaba con volar, irme lejos y recorrer el mundo en busca de la sabiduría. He cometido muchos errores pero jamás me arrepentiré de haberme ido y alejado de mi creador. Cuando fuiste convertida te conté que esa era la vida que un vampiro debía llevar, una vida lejos del mundo y de tranquilidad. ¡Maldito sea por siempre! Te mentí. Hoy me pregunto si hubiese cambiado algo haberte enseñado el mundo y no encerrarte en una casita apartada de la civilización. Supongo que nunca sabremos la respuesta.
Las arenas de mi tiempo se están agotando y ha llegado el momento de dejar que las nuevas generaciones sigan su rumbo sin mí. Yo no necesito nada más y mi alma está en paz. Cuando termine esta carta me arrojaré a las llamas para consumirme. No iré con miedo, deseo ver que me depara la muerte. No llores mi ausencia, por favor, porque yo me voy con una sonrisa pero desearía haberte visto una vez más antes de mi muerte. ¡Ah! El destino… Siempre tan cruel. Espero que entre mis pertenencias descubras las respuestas que busques, que disfrutes todo lo que tengo – ahora te pertenece - y que de vez en cuando rememores a este hombre que perdió la cordura al conocerte, pero no deseo sino la locura si es junto a ti.
Es tiempo de despedidas, Alice. Siento no haberte dicho todo lo que sentía por ti antes pero puede que los trazos de tinta que deja mi pluma te ayuden a entrever que escondía mi corazón. La brisa del mar ya me llama para dejar este mundo, así que apuraré los últimos momentos en terminar este recuerdo.
Te amo.
Simple, lo sé, pero ni siquiera todo el papel del mundo serviría para describir mis sentimientos hacia ti. Deseo que encuentres a alguien mejor que yo para pasar la eternidad junto a él y que tus últimos días no sean en la amarga soledad. Solo me queda decirte que mis mejores momentos fueron junto a ti y aún me parece haberme quedado estancado en aquellos días que veíamos juntos la salida de la luna desde nuestra pequeña burbuja. Te añoro más que nunca.
Adiós, mi amor, mi luna, mi alma y mi existencia. Lo eres todo y hoy me doy cuenta que siempre fue así. Disfruta lo que yo dejo atrás y comete tus propios errores. Te echaré de menos.
Siempre tuyo, Milo”
____________________________________________________ Ahí queda la cosa. Espero impaciente vuestras opiniones. No me entraba en 1 solo, lo siento mucho. Colgaré el final cuando reciba algun comentario por ver si os interesa o no la historia. | |
| | | Netzara Neófito
Mensajes : 185 Fecha de inscripción : 12/07/2008 Edad : 43 Localización : Más allá de Arcadia
| Tema: Re: ~ Aquellos días junto a ti. ~ Shortfic. Terminado. ^^ Sáb Jul 12, 2008 7:42 pm | |
| Dios, es precioso!!! Te juro que leyendo la carta se me han saltado las lagrimas. Miedo me da lo que vaya a hacer ahora Alice, a mi no me quedarían muchas ganas de nada. Aun así me muero por saber... Esperando el final...
Netzara | |
| | | Favole Humano
Mensajes : 37 Fecha de inscripción : 12/07/2008 Edad : 31 Localización : † En Wolfs' Street †
| | | | Netzara Neófito
Mensajes : 185 Fecha de inscripción : 12/07/2008 Edad : 43 Localización : Más allá de Arcadia
| Tema: Re: ~ Aquellos días junto a ti. ~ Shortfic. Terminado. ^^ Sáb Jul 12, 2008 8:23 pm | |
| Pues esta noche me paso, haber si te ha dado tiempo. Haber si me animo yo tambien y pongo alguna de mis historias, aunque son tremendamente deprimentes. Un besote
Netzara | |
| | | Favole Humano
Mensajes : 37 Fecha de inscripción : 12/07/2008 Edad : 31 Localización : † En Wolfs' Street †
| Tema: Re: ~ Aquellos días junto a ti. ~ Shortfic. Terminado. ^^ Dom Jul 13, 2008 1:38 pm | |
| Unas gotas rojas caen sobre el papel y rápidamente me aparto para no ensuciar la carta. Las lágrimas ruedan sin control por mi rostro, rojas como la sangre pero lágrimas al fin y al cabo. Lo único que me queda es gritar una justificación, maldecirle por no esperarme, decirle que aquella noche lo que pensaba no era cierto, que en el fondo le amaba muchísimo, que… tantas cosas que tengo que decirle. Pero ahora tan solo queda el silencio de una casa llena de dolorosos recuerdos y un papel con sus últimos pensamientos. - Te amo. Siento haberme ido, si volviese atrás te llevaría conmigo. Lo siento, Milo. Ojala hubiese vuelto antes. – mi voz se quiebra a cada palabra y los susurros se van apagando. Ya es demasiado tarde para todo. Repito «Lo siento» una y otra vez hasta que ni siquiera me queda la endereza para continuar. Levanto la cabeza y veo mi ropa manchada de ese líquido húmedo y rojo que son mis propias lágrimas, pero aun me sobresalta una cosa enfrente mío; la chimenea. No hay restos de troncos pero si cenizas, niego con la cabeza y digo sin palabras que no es posible. El resto del hueco está limpio pero solo quedan las cenizas. Sin duda alguna era él. Me acurruco en su butaca y lloro sin parar. Todo ha terminado. Comienzo a perder la razón del tiempo y las horas pasan y pasan a mí alrededor. Siento que pasan los días, que el sol se oculta una y otra vez y la sed me atenaza el cuerpo pero no tengo fuerzas para continuar. En los últimos días he releído la carta cientos de veces hasta que la he aprendido. Mi ropa está manchada de carmín y debo de tener un aspecto terrible pero no quiero levantarme de allí. Si la muerte pudiera venir cuando se lo pidiésemos ese sería mi momento. Mi amor se había ido y no le volvería a ver. Tras setenta largos años esperaba encontrarle en nuestra casa pero el decidió abandonar el mundo. Me odio por haberme ido, lo odio por no esperarme, odio al resto del mundo por permanecer indiferente a mi dolor. En un momento de lucidez pienso en las cientos de víctimas que cayeron bajo mis colmillos y el sufrimiento que ello causó. Ya era tarde para todo. Pasan los días y decido que es hora de levantarme. Estoy tan entumecida que mi cuerpo no reacciona ante mis órdenes. Me cuesta un tiempo volver a caminar de forma normal pero lo consigo. Guardo la carta de Milo junto a mí con cuidado y cojo un tarro de cerámica de un mueble del salón. Fuera ya anochece y los últimos dorados del crepúsculo mueren dando lugar al fin del día. Ahora la noche se extiende con sus miles de estrellas y el territorio de las criaturas comienza. Comienzo a echar las cenizas de mi vampiro en el tarro y una vez he terminado lo cierro. Le deposito sobre una mesa de la entrada y luego subo a lo que era nuestra habitación. Todo sigue igual y el armario sigue guardando la ropa que dejé. Tras cambiarme bajo las escaleras con mi vestido morado y el collar de Milo. Ya no muestro señales de sangre y aunque la sed me consume decido que una noche más esperaré, por mí y por él. Salgo de casa con la vasija entre los brazos y emprendo camino a la costa. Cerca de la casa hay una pequeña playa solitaria donde algunos pescadores trabajan durante el día. Otros habitantes amarran sus barquitas de vivos colores allí. Milo y yo observábamos la luna y nos perdíamos en sus cuevas. La marea está subiendo. Me adentró hasta que el agua me llega por el vientre y las aguas arremeten suavemente contra mi cuerpo. Aspiro la salitre, ese olor que tanto añoré en mi marcha y que ahora me trae los recuerdos de una vida que más que nunca parece tan lejana. Esos días donde me perdía de su mano en las montañas o nos adentrábamos en alta mar quedan muy atrás y no son más que retazos de sueños incompletos que provocan oleadas de dolor en mi cuerpo. Quisiera poder olvidar todos los recuerdos, encerrarlos en un baúl y lanzarlo al mar para que las oscuras aguas se traguen la tristeza. Ésto parece un castigo divino por los crímenes que he cometido por el sufrimiento que he causado. En el fondo sé que yo no debo existir, solo soy una ilusión que se desliza entre las sombras, un sueño que muchas buscan y un castigo para los que nos condenan. Estoy aquí porque alguien poderoso colocó a unos cuantos depredadores más peligrosos que el ser humano, quién era el depredador absoluto hasta nuestra existencia. Tan solo soy una ficción, pertenezco a un cuento de pesadilla hecho realidad. No soy nada. Eso es lo que Milo me intentaba comunicar, convivimos con la humanidad pero alejados de ellos, nos sirven de alimento pero no deben conocer nuestra verdadera naturaleza. La inmortalidad puede ser un don pero para quién vive eternamente llega un momento en que pierdes esa ilusión, cuando ya no queda nada por explorar ni descubrir, cuando la chispa de la vida se escapa del corazón. Es hora de dejar marchar a mi amor. Abro la vasija y tras soltar un suspiro arrojo las cenizas al mar para que el viento las extienda por toda la inmensidad. Una lágrima baja por mi mejilla y cientos de puñales se clavan a la vez en mi dolorido corazón. Salgo de las aguas y camino por la arena descalza dejando atrás el polvo grisáceo que danza como si estuviese vivo, como si continuase respirando. A partir de ahora no se que hacer: seguir con mi camino de recorrer el mundo, vivir en esa casita y buscar otra compañía, aislarme en la soledad o abandonarlo todo para reunirme con Milo. Es tarde para pensar, dejaré que la noche aconseje a mi alma para decidir si tengo un futuro o no. FINAhí está el final. No pude anoche lo siento Netzara A ver que te parece jejeje. Besos | |
| | | Arissumi_Ross Alumno Legítimo de Medianoche
Mensajes : 230 Fecha de inscripción : 26/06/2008 Localización : con lucas Ross en alguna parte del mundo ^^
| Tema: Re: ~ Aquellos días junto a ti. ~ Shortfic. Terminado. ^^ Dom Jul 13, 2008 3:23 pm | |
| :O:O:O:O:O:O diossssssssssss me ha encnatadooooooooooo T_T que bonitooooooo es la historia T_T casi lloro, tenia el corazon en un puño que preciosidad y tienen un significado tan bonito!!! me encanta ocmo escribes!!!!
espero que pongas alguna cosilla mas por aki me encanta T_T | |
| | | Favole Humano
Mensajes : 37 Fecha de inscripción : 12/07/2008 Edad : 31 Localización : † En Wolfs' Street †
| Tema: Re: ~ Aquellos días junto a ti. ~ Shortfic. Terminado. ^^ Dom Jul 13, 2008 3:39 pm | |
| Ains que ilu me hace que os guste ^^ A mi me gusta porque no es que escriba en plan triste siempre jejeje pero ya ire colganndo algna cosilla mas xD | |
| | | Netzara Neófito
Mensajes : 185 Fecha de inscripción : 12/07/2008 Edad : 43 Localización : Más allá de Arcadia
| Tema: Re: ~ Aquellos días junto a ti. ~ Shortfic. Terminado. ^^ Dom Jul 13, 2008 6:40 pm | |
| Me ha encantado. Es verdad que es una historia muy triste, pero me encanta. Que sepas que ya tienes una firme admiradora. Mil besos.
Netzara | |
| | | .Adayla. Cazador
Mensajes : 289 Fecha de inscripción : 05/07/2008 Edad : 31 Localización : Internado Evernight
| Tema: Re: ~ Aquellos días junto a ti. ~ Shortfic. Terminado. ^^ Lun Jul 14, 2008 12:27 am | |
| Que bien escribes!! me ha encantado! Sigue poniendo mas cosillas ^^ | |
| | | Edhelgrim Cazador
Mensajes : 312 Fecha de inscripción : 09/07/2008 Edad : 32 Localización : Viviendo en mi imaginación...
| Tema: Re: ~ Aquellos días junto a ti. ~ Shortfic. Terminado. ^^ Jue Jul 17, 2008 7:01 pm | |
| Precioso, Favole, de verdad. Me ha encantado.
Me voy a animar yo a poner algo por aquí, a ver qué tal. | |
| | | Anne_Cullen Chupador de sangre
Mensajes : 784 Fecha de inscripción : 27/06/2008 Edad : 59 Localización : Viviendo con Edward en Londres
| Tema: Re: ~ Aquellos días junto a ti. ~ Shortfic. Terminado. ^^ Vie Ago 01, 2008 1:52 am | |
| Te has salido con la historia
cada vez lo haces mejor.
la carta que emotiva,que pena que Milo no la esperara.Preciosaaaaaaaaaaaaa
de verdad.
pon mas cositas por fa
besos. | |
| | | Favole Humano
Mensajes : 37 Fecha de inscripción : 12/07/2008 Edad : 31 Localización : † En Wolfs' Street †
| Tema: Re: ~ Aquellos días junto a ti. ~ Shortfic. Terminado. ^^ Vie Ago 01, 2008 12:54 pm | |
| Uis hacia mucho que no me pasaba. YO ahora estoy adelantando estos fics que colgais porque en una semana todo el mundo ha coglaod jaja. Este es uno de mis prefes pero colgaré uno a ver que os parece mas larguillo y estoy escribiendo uno peor como no tengo final pensado aun no cuelgo. Gracias por los animos guapa | |
| | | Anne_Cullen Chupador de sangre
Mensajes : 784 Fecha de inscripción : 27/06/2008 Edad : 59 Localización : Viviendo con Edward en Londres
| Tema: Re: ~ Aquellos días junto a ti. ~ Shortfic. Terminado. ^^ Vie Ago 01, 2008 9:56 pm | |
| Hola.
pon algo igual de interesante.
actualiza en cuanto puedas.
besos | |
| | | Favole Humano
Mensajes : 37 Fecha de inscripción : 12/07/2008 Edad : 31 Localización : † En Wolfs' Street †
| | | | Anne_Cullen Chupador de sangre
Mensajes : 784 Fecha de inscripción : 27/06/2008 Edad : 59 Localización : Viviendo con Edward en Londres
| Tema: Re: ~ Aquellos días junto a ti. ~ Shortfic. Terminado. ^^ Lun Sep 08, 2008 8:34 pm | |
| favole ya me he metido en tu otra historia.
a la cual mejor.
Espero que siguas animada y nos sorprendas con mas cosas.
Besos. | |
| | | Contenido patrocinado
| Tema: Re: ~ Aquellos días junto a ti. ~ Shortfic. Terminado. ^^ | |
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| | | | ~ Aquellos días junto a ti. ~ Shortfic. Terminado. ^^ | |
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