La cazadora cazada (pausada)

Continualo pliss!!!

En serio, a mi me gusta mucho, y me dejas con la intriga!

Un beso wpa

Buno xikas os dejo con el decimo capitulo, pero antes de que lo leeais una cosita, ahora lo cuenta Sara en primera persona okis??
Besitos^^


Capitulo 10: Un mundo nuevo

Llegamos hasta algún lugar del Sur de América después de mas de un di de avión, no me sentía las piernas, nunca había hecho ningún viaje que durará tanto. Joseph me despertó y nos dirigimos en una flamante limusina blanca hacia la que supuse era su casa, una mujer, humana, de cabellos blancos y de unos cincuenta años nos recibió con una sonrisa.
-Señor Vreux, bienvenido de nuevo a casa- lo saludó con una sonrisa de oreja a oreja del cual percibí que había un cierto temer de parte de la mujer hacia mi acompañante.
-Ambrosia por favor, prepara la habitación de invitados, esta señorita se quedará una temporada con nosotros- la mujer obedeció gustosa de desaparecer de la vista de su... ¿dueño? No se si es un termino correcto para estos tiempos.
Joseph me enseñó la casa en lo que se me fueron despertando las piernas, terminamos en el salón, con una decoración muy propia del siglo XIX. Fue realmente extraño, a la vez que cómico ver a un vampiro tomando un martini, probablemente para disimular delante de los criados. El silencio se hizo algo incomodo mientras yo analizaba cada pequeño detallito en busca de algo propio de un vampiro, pero no había ni lo mas mínimo, nada que denotase que mi nuevo amigo fuese un bebedor de sangre, mas bien parecía la casa de un hombre adinerado de unos sesenta y pico, con un excelente gusto para lo clásico.
-No encontraras nada, los ataúdes son del siglo pasado, yo estoy a la moda- bromeó para romper el hielo.
-Ya veo...vaya desilusión- puse cara de fingida decepción.
Se me quedó mirando divertido.
-Si tanta ilusión te hace puedo comprarte uno, por lo visto te van esas cosas...- solté una carcajada, era mejor actriz de lo que pensaba.
-Bromeaba- le aseguré entre risas.
-Y yo- me aseguró- no tienes forma de engañarme jovencita, recuerda que cada uno de tus pensamientos son tan abiertos para mi como para cualquiera de los de mi especie- me puse seria de nuevo, no desconocía ese dato pero a pesar de eso seguía sin hacerme gracia que se metiera en mi cabeza.
-Y bien, ¿me vas a decir donde estamos?- decidí cambiar de tema, no quería enfuruñarme con él en ese momento, ya habría tiempo para eso.
-Brasil, pensé que te vendría bien algo de sol- su sonrisa se ensanchó, quería hacerme saltar, pero me sentía demasiado cansada para eso, podría haberme convertido o peor, matado, en ese mismo momento, no habría tenido las suficientes fuerzas para defenderme- parece que no voy a tener mucho éxito hoy, puedes estar tranquila, todavía no tengo intenciones de darte la inmortalidad, tienes mucho que aprender mi joven bruja.
¿Bruja?¿Se había dirigido a mi llamándome bruja? Definitivamente había dado con un vampiro chiflado, ¿Cómo podía pensar que yo era...? cierto que sentía presencias pero eso era todo, no usaba hechizos ni varitas a lo Harry Potter.
Rió de nuevo por lo bajo.
-Pensé que una caza vampiros no se inclinaría por ese tipo de tópicos, sabes que no me refiero eso.
-Lo se, aun así es una locura, yo no soy una bruja...
-Hablaremos de esto mañana, tal vez ahora deberías descansar.
Hizo llamar a la amable señora de pelo blanco, Ambrosia, para mostrarme mi habitación. Me quedé fascinada, la habitación era enorme, como estas suites de los hoteles que solo ves en los catálogos y en la que nunca imaginas que vayas a llegar a estar. Paredes de piedra, la cama de matrimonio con tatami en negro, un televisor de plasma encima de una mueblecito de madera antigua en el cual también había una amplia colección de películas. No estuve mucho rato mirando los detalles como con el salón, me quité la ropa, me metí debajo de las sabanas solo con la ropa interior y quedé totalmente dormida en cuestión de segundos.

Si! Continua pliss!!!

Me gusta, y me gusta como haces la primera persona.

Uouooo Bruja, como en Jane Eyre.

Porqué lo habrá dicho??? Que passará ahora?? Que tiene él pensado?

Ya estoy de vuelta
siento haber hecho esperar tanto
pero dicen que lo bueno si se hace de esperar dos veces bueno xDDD
os dejo con el capitulo once

Capitulo 11: Investigación, interrogatorios, tengo que saber mas

Desperté ya bien entrada la mañana, eran casi las once, todavía me tendría que acostumbrar al cambio de horario. Pensé que Joseph estaría dormido, ya que hasta ahora me había acostumbrado a que los vampiros solo saliesen de noche, pero para mi sorpresa la puerta de “mi habitación” se abrió de par en par y tras ella apareció mi querido (nótese el sarcasmo) amigo.
-¿No te han enseñado a llamar antes de entrar señor Vampiro?- atravesándolo con la mirada- pensé que siendo tan vejestorio tendrías mejores modales.
-Vaya, usted perdone reina de Inglaterra-mofándose-no quería importunarla solo le traía el desayuno, pensé que estaría hambrienta y huele mejor cuando está bien alimentada-no pudo reprimir una risita que también hizo que mi humor cambiara repentinamente.
-Anda pasa-me cubrí con la sabana hasta el cuello, pues iba escasa de ropa- pero no vuelvas a entrar así-añadí intentando sonar dura.
Colocó la bandeja con el desayuno encima de la mesilla, había suficiente comida para un regimiento, ¿tenia pintas de estar desnutrida o que?
-Voy a salir, tengo que arreglar unos asuntillos- se sentó en el borde de la cama mientras hablaba lo cual me puso un poco nerviosa y él lo notó- lo siento, no era mi intención intimidarte-hizo ademán de levantarse pero lo detuve.
-No, está bien- le dediqué mi mejor sonrisa- pero dime, ¿Dónde vas a ir?
- Veras, de ahora en adelante vamos a tener que viajar a menudo, voy a conseguirte documentos falsos- no me hacia mucha gracia la idea, pero ya había tomado la decisión de seguirle adonde fuera así que ahora me tocaba acarrear con las consecuencias.
-Supongo que está bien... ¿y cual es el motivo por el que no puedo acompañarte?-tal vez había sacado conclusiones precipitadas.
-No quiero que te vean-esa fue su única respuesta, pero verme... ¿quienes? Decidí no tirar más del hilo y dejarlo correr, al fin y al cabo sería bueno que pasara el día fuera, así podría hacerme con alguna información extra acerca de él.
-Entiendo, pues bien, aquí te espero- puse mi mejor cara de angelito pero no coló.
-Ten compasión de mis criados, y ve con cuidado, ellos no saben lo que soy, si vas a interrogarlos no te vayas de la lengua- me dio un beso en la mejilla y se dirigió hacia la puerta, parándose en ella un momento- ah, y tal vez deberías vestirte, por mas educados que sean los sirvientes no son de piedra- me sonrojé y el salió de la habitación con esa sonrisa que me hacia cambiar de humor como las flores en primavera.
Me puse un vestido blanco de tirantes que encontré en el armario, pues toda mi ropa había desaparecido y sido sustituida por prendas con mas colorido, lo que la gente llama ropa de calle, normal, para pasar desapercibido. Joseph iba a pagármelas bien caras por haber tomado esta decisión (que todo sea dicho no me hacia ni pizca de gracia) sin consultarme. Bajé hasta el salón sin probar bocado de la comida que me había traído, ya habría tiempo para eso mas tarde. Salí al jardín atravesando en vestíbulo después de darme cuenta de que no había nadie por allí.
El jardinero estaba encargándose de unos rosales preciosos, me acerqué con un fingido interés hacia las flores y el me sonrió amablemente.
-¿Le agradan las rosas señorita?- el tipo estaba lo que se llamaba cañón, pero claro no llamaba demasiado la atención después de haber visto al vampiro-usted es la rosa mas bella de este jardín- me volví a sonrojar, pero me obligué a recordar el trabajo que tenia que llevar a cabo ese día.
-Vaya, muchas gracias- iba a tener que esforzarme por ser sociable- haces un gran trabajo, no debe ser fácil mantener todo esto tan bonito.
-Es un trabajo duro, pero merece la pena solo por ver el fabuloso resultado- nos detuvimos unos segundos a mirar el hermoso patio repleto de cientos de flores distintas cada cual con un color mas vivo que la anterior.
-Supongo que Josh te hará trabajar bastante, es muy meticuloso- dejé caer el comentario como quien no quiere la cosa.
El tipo me miró un tanto dubitativo, pero supongo que viendo mi cara de niña y siendo la primera mujer que traía su jefe desde hacia dios sabe cuantos años no tardó demasiado en responder amablemente.
-Así es, pero también paga un buen salario- no esperaba menos- es un buen hombre se comporta fenomenal con todo el personal, aunque claro está que eso no quita que sea exigente- un punto a favor, este chico tenia suerte de no saber quien era en realidad su jefe y el peligro que corría (aunque el ser en cuestión dijese lo contrario) cada segundo que estaba cerca de él.
Me despedí excusándome con que todavía no había tomado el desayuno y entré en la casa en busca de algo mas turbio acerca del vampiro, me pasé la mañana hablando con un par de cocineras (¿para que quería un vampiro dos cocineras?) y comí con la ama de lleves, Ambrosia, todas tenían a su jefe en un pedestal, el asunto empezaba a ser aburrido. Por la tarde me paseé en busca de alguna chica mas joven, pues normalmente también solemos ser más mal pensadas y sospechar de todo, al contrario que las mujeres mayores que son demasiado confiadas.

Os dejo el capitulo 12
está bastante flojo, pero mi cabeza no da para mas hoy
haber si puede actualizar mas a menudo
besos

Capitulo 12: Al fin me deja salir de esta cárcel

Al partir de la mañana siguiente y durante un par de meses el vampiro estuvo enseñándome magia, había aprendido lo básico, escudos protectores, algunos ataques simples...claro que tratándose de mi esto se convertía en algo mucho mas poderoso que para los brujos convencionales. Pero por supuesto las cosas no estaban tan bonitas como pintaban, me había tirado mis dos meses en brasil encerrada en la casa (para ciertas cosas salíamos al jardín), no me dejaba salir, decía que era peligroso y me sentía como si fuese prisionera.
-Josh quiere ir a comprarme algo de ropa, necesito...
-No- me interrumpió- ya te dije que no podías salir.
-¿Que soy tu prisionera?- empezando a enfadarme.
Me miró cansado de repetir tantas veces la misma conversación.
-Sara, ya te he dicho cual es la razón- sin alzar la voz como yo lo había hecho- no quiero que te pase nada- intentó engatusarme con su atracción vampírica para que no le diese mas la lata pero alce mi escudo para que no diese resultado.
-Mira, si crees que estoy en peligro, ven conmigo- esto le pilló con la guardia baja. Se quedó meditándolo unos minutos.
-Esta bien...supongo que tampoco puede ser bueno para tu salud mentar estar tanto tiempo aquí encerrada- vaya que hábil, ¿habría llegado a esa conclusión el solo o le habrían ayudado los lunnis?- ¿donde quieres ir?
Lo pensé durante un momento, necesitaba algo de ocio.
-¿Qué te parece shopping y cine?- estaría bien irónico ir a ver una de vampiros.
-Como quieras- fueron sus ultimas palabras antes de retirarse, antes de salir dijo- a las cuatro saldremos, prepárate.
Terminé de comer y subí toda feliz a mi habitación, la cual ya había decorado a mi gusto, pintando las paredes de un azul cielo y colgando algunas fotos que nos habíamos tomado Josh y yo entrenando.
Escogí unos jeans oscuros y una camiseta sin mangas blanca, no quería ir demasiado llamativa. Todavía era tempraneo para bajar, las manecillas del reloj de pared apenas marcaban las tres y media. Me quedé observando una de las fotografías en la que el vampiro salía especialmente atractivo y una sola pregunta vino a mi mente ¿Por qué era tanta como para no aprovechar lo que la vida me había brindado? Ya hacia mas de dos meses que vivíamos juntos y él era un perfecto vampiro, refinado y con unos modales impolutos. Estaba claro que podía llegar a sentir algo por él, pero todavía no había tenido tiempo de pararme a pensar en eso, el entrenamiento empezaba cada mañana temprano y terminaba cuando ya estaba bien entrada la noche, además me dejaba tan agotada que a veces incluso me dormía en la cena y Joseph amablemente me llevaba hasta mi habitación en brazos.
Un par de golpecitos en la puerta me hizo volver a la realidad, me había pasado veinte minutos plantado admirando el retrato, en mi propio mundo.
-¿Estas lista?- preguntó su aterciopelada voz desde fuera, fui corriendo y abrí la puerta de golpe, intentando sorprenderlo inútilmente.
-¿Qué te parece?- di un par de vueltas modelando, coqueta.
-Estas divina, como siempre- me ofreció su mano y la tomé- ¿vamos?
-Vamos.
El viaje hasta el centro comercial fue entretenido, no hablamos de entrenamientos ni de nada de lo que habíamos hecho durante los últimos tiempos, solo comentamos algunas películas clásicas y bromeamos sobre cosas comunes.
Las compras fueron un poco mas complicadas, seguían atrayéndome las prendas oscuras y cada vez que le planteaba la posibilidad de comprar algo de esos tonos respondía con un rotundo NO. Acabé con ocho bolsas llenas de ropa, zapatos y complementos, los pies no me daban para más, me miró divertido.
-¿Nadie te ha dicho que estas hecha una floja?- picándome.
-Siento no ser tan dura como tu vampirito, la verdad es que te conservas estupendamente para tener...bueno la tira de siglos- no iba a conseguir salirse con la suya.
-¿Es eso una indirecta joven bruja?
-Tómatelo como quieras- en realidad no lo era, solo era un chiste malo, pero si se lo tomaba de esa manera mejor.
Entramos a ver una película de vampiros a petición mía, Medianoche, vampiros con humanos en un internado y una historia de amor de por medio, estuve entretenida, aunque podría haber aprovechado mas la ocasión escogiendo alguna otra con mas sangre y vísceras para poder tomarlo de la mano y hundir el rostro en su cabello cuando “saliese una escena demasiado fuerte”, estaba desentrenada en el arte del ligoteo y eso era algo que tenia que resolver si quería conseguir lo que se había convertido en mi objetivo, Joseph.

Buenos xikas de momento voy a dejar esta historia en el aire por dos razones
la primera es que no tengo buenas ideas para continuarla
la segunda que tampoco tengo tiempo para llevar las dos historias y de momento solo continuare con las nacidas
espero lo entendais, prefiero dejarla asi de momento que hacer una birria de continuación
Besos